Ciencia del Renacimiento
La ciencia desde la filosofía: el paradigma aristotélico
Uno de los aspectos novedosos del Renacimiento en la historia, es la llamada “revolución científica”, de la cual parte el concepto de ciencia que utilizará la modernidad y cuyas líneas esenciales se conservan hasta nuestros días. En términos históricos, comienza aquí (siglos XVI y XVII) el desarrollo del pensamiento científico que modificará radicalmente la cultura occidental en el lapso relativamente breve de tres siglos que han transcurrido desde entonces. Basta con pensar que hace cien años no existían los aviones ni las calculadoras electrónicas que hoy se ven de manera cotidiana.
Es necesario recordar el concepto de ciencia que manejaba la cultura medieval para entender el proceso, atado al paradigma aristotélico. La ciencia antigua se basaba en la concepción del movimiento como un signo de “falta de plenitud“ de ser, según la herencia de Parménides. Si hay movimiento es porque hay imperfección: el ser se mueve para conseguir su perfección, su plenitud. El verdadero ser era el acto puro, el motor inmóvil. Los entes físicos, si bien gozan de su propia realidad, son interpretados según la teoría metafísica que privilegia la teoría sobre la observación empírica,que no es por sí misma capaz de alcanzar la verdad.
Por otra parte, cada ente físico tiene su “forma” dada resultante de la composición de los cuatro elementos de Empédocles (tierra, agua, fuego y aire), y en virtud de esa “forma” tiene un “movimiento natural”. Además del movimiento natural existe el violento. Todo “movimiento violento” debe explicarse por el influjo actual y constante de un ser en acto que lo provoque: nada se mueve a sí mismo. Como se ve, el movimiento es, al menos, “sospechoso” metafísicamente hablando. El mundo del cambio de los fenómenos físicos es interpretado a la luz de una serie de principios metafísicos elaborados desde una concepción determinada de la razón, en la cual cuenta muy poco la observación empírica de los hechos. Por eso la aristotélica es una ciencia eidético-cualitativa: de aquí se derivan las cualidades y el movimiento de los entes. El cambio de paradigma científico supondrá sustituir una explicación eidético-cualitativa por otra cuantitativo-mecánica. Los protagonistas principales de este cambio, que culminará con Newton, son: Copérnico, Kepler y Galileo.
Nicolás Copérnico (1473-1543), en el siglo XVI, cuestiona el geocentrismo. Intentando corregir el esquema de Ptolomeo, que había construido un artificioso conjunto de hipótesis para adecuar el modelo aristotélico a la observación del cielo, Copérnico postula el heliocentrismo como modelo cosmológico, lo cual provoca una fuerte polémica y una violenta reacción represiva, porque la cultura tradicional intuía que este nuevo tipo de pensamiento ponía en peligro no solamente un concepto de ciencia sino un modelo global de cultura que estaba a punto de morir.
J. Kepler (1571-1630), se atreve a formular sus tres leyes en las cuales cuestiona, no sólo el prejuicio del geocentrismo ptolemaico, sino también el movimiento circular y uniforme de los astros, al postular órbitas elípticas. Pero quizás lo más importante sea el paso que da con su tercera ley al interpretar el movimiento de todos los astros según una fórmula matemática: es la “primera imagen matematizada del universo” tal como hoy lo concebimos.
Galileo Galilei (1564-1642), en el siglo XVII, tuvo una formulación más ajustada al nuevo paradigma científico que desarrollará la modernidad. Su misma vida, con la condena de la Inquisición y su posterior abjuración, representa un símbolo del choque de culturas que se desarrolla en su época.
Son importantes sus aportaciones en astronomía (defiende el heliocentrismo copernicano, la materialidad de los astros, introduce el telescopio, etc.), física y mecánica (intuye la ley de la inercia, describe los sistemas inerciales, las leyes de la caída y trayectoria de los proyectiles, etc.). Pero importan más aquí sus aportaciones a una nueva filosofía o metodología de las ciencias. Galileo advierte que la nueva física no debe buscar las “formas” metafísicas de la realidad material sino su formulación matemática. El problema consiste en “medir”, ya que, según sus palabras, el universo es un libro escrito en caracteres matemáticos y es necesario saber matemáticas para poderlo leer. Se conjugan en este proyecto dos dimensiones que hasta ahora no habían sido reconciliadas: la observación empírica de los hechos y su racionalización en leyes generales que sólo la matemática puede proporcionar. Su método resolutivo-compositivo, que intenta ordenar los pasos de este nuevo enfoque, constituye un formidable aporte, del cual Newton sacará las consecuencias fundamentales en el siglo siguiente. Se insinúan ya dos líneas que se desarrollarán en la modernidad: la lucha entre racionalismo y empirismo que Kant intentará superar.

Biología

En el siglo XVI se había empezado a disecar los cadáveres. Vesale fundó la así la anatomía humana. Fallope había estudiado el interior del oído y el cuerpo humano. Otros estudiaron los huesos. Luego se hizo la anatomía de algunos animales.
Harvey descubrió la circulación de la sangre, lo cual trastornó todas las ideas relativas al cuerpo humano. Un italiano, profesor en Pavía, disecando un perro vivo descubrió los vasos por que circula el quilo. No se había observado en un principio más que el cuerpo humano, por razones prácticas, porque se quería aplicar las observaciones a la Medicina o la Cirugía.
Malpighi estudió la organización de los animales de especies diferentes, para compararlas entre sí con puro espíritu científico, e inició así la anatomía comparada.
La medicina obtuvo poco provecho de estas observaciones. Los médicos, organizados en cuerpo, no querían renunciar a las doctrinas de los griegos y se negaron por mucho tiempo a admitir la circulación de la sangre. En Francia explican las enfermedades por los humores, y seguían aplicando los antiguos tratamientos, la sangría, la lavativa, los purgantes. No obstante, se empezó en otros países a emplear contra la fiebre la quinina, planta venida América del Sur.
Bibliografía:
http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_ciencia_en_el_Renacimiento
http://www.educa.madrid.org/web/ies.vicentealeixand.pinto/departamentos/filosofia/Humanismo_y_Ciencia_en_el_Renacimiento.pdf